lunes, 13 de julio de 2009

Marcos Paz: sublevación docente


El lunes 29, todos los trabajadores tomamos conocimiento de las medidas dispuestas por el gobierno nacional y los provinciales sobre la gripe A. El martes 30 de junio se realizó una reunión entre la inspectora jefa distrital, Mabel Macario; el secretario de Salud, Héctor Olivera; y los directores de los establecimientos educativos del distrito, convocada antes de las elecciones y de los anuncios del gobierno.

Mientras los directores esperaban el anuncio de medidas concretas disponiendo el cierre de las escuelas a partir del mismo martes, a sabiendas de que para esa semana se calculaban unos 400 casos en el distrito, las autoridades locales intentaron realizar lo que habían preparado el 26 de junio: una charla informativa sobre la prevención y el seguimiento que deberían tomar los maestros y directores sobre los casos detectados de gripe en las escuelas.

La reunión “informativa” se transformó en una asamblea que deliberó sobre el cierre de los establecimientos en el distrito.

Las escuelas se sublevaron en el momento: docentes y directivos realizaban asambleas con el turno mañana, les pedían a los padres de nuestros alumnos que no llevaran a sus hijos, y al turno tarde le pedían que se los llevaran y no volvieran a traerlos hasta el cese de la emergencia.

Los trabajadores de la educación explicaban la vergonzosa posición de la jefa distrital y del secretario de Salud, y comenzaban a organizarse para brindar los contenidos pedagógicos que se entregarían para las dos próximas semanas y la entrega de viandas o alimentos secos en reemplazo de los comedores.

El miércoles 1º, la mayoría de los establecimientos primarios ya estaban vacíos de chicos. Las escuelas medias ni siquiera tenían docentes y por la tarde la inspectora de ESB reunía a los directores de esos establecimientos para informar novedades sobre esta situación.

Con estupor, la mayoría de los directores escuchaban a la inspectora Baluch decir que durante la semana del 6 al 17 de julio todos los directores y personal auxiliar deberían estar presentes en el establecimiento haciendo guardias.

Como nunca, esto generó una segunda sublevación y la organización se desarrolló en el momento. Los directores desoyeron la indicación peligrosa, negligente y genuflexa de la superior presente, rechazaron su criterio y avanzaron en el cierre del establecimiento.
Una hora más tarde, el municipio declaró la emergencia sanitaria en todo el distrito y el cierre de todos los establecimientos educativos.

Tribuna docente Marcos Paz

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